El uso de carillas dentales se ha vuelto muy popular en el campo de los tratamientos dentales. Se trata de unas láminas de material cerámico o similar cuyos fines son reforzar el esmalte de un diente gastado, entre otros objetivos. Nosotros como dentistas en Sant Boi de Llobregat te lo explicamos.
Te contamos qué son las carillas dentales
Podemos calificar las carillas dentales como unos tratamientos estéticos, ya que sus usos principales consisten endevolver a los dientes desgastados las apariencias que tuvieron un día. El material con el que están fabricadas recubre los dientes originales y da como resultado una sonrisa más atractiva y luminosa.
Como norma general, están fabricadas en cerámica. Aunque también se pueden encontrar carillas de otros materiales, como la resina o vitrocerámica, cuyas apariencias y durezas son similares a las de los dientes normales.
El listado de usos de las carillas dentales es bastante amplio. En conjunto, podemos decir que cubren cualquiera de las necesidades de un paciente con un problema en los dientes, salvo que este sea de tipo sanitario y requiera un tratamiento.
Algunos de sus usos más comunes son los siguientes:
Reposición de esmalte desgastado.
Corrección de dientes torcidos o separados.
Blanqueamiento dental inmediato en dentaduras amarillentas por el consumo de tabaco, café u otras sustancias.
Cobertura de grietas y dientes rotos.
Eliminación estética del ennegrecimiento de las encías.
Toma nota de los tipos de carillas dentales
Dependiendo de la forma de fabricación, podemos diferenciar entre 2 tipos de carillas dentales:
Conocemos como carillas indirectas a las piezas que el odontólogo fabrica fuera de la boca del paciente. Estas se hacen en un laboratorio y se ajustan después a las necesidades de quienes las van a llevar. Normalmente, se liman los dientes sobre los que se van a colocar las láminas, si estas no encajan bien.
El dentista utiliza la dentadura del propio paciente para fabricar in situ las carillas. De este modo, cada una de las piezas se personaliza a la medida de la dentadura y no al contrario.
En cualquiera de los casos, el propósito de las carillas sigue siendo el mismo, que no es otro que dotar de una apariencia lo más natural y parecida posible a los dientes de verdad. El resultado suele ser asombroso y devuelve al paciente una sonrisa luminosa, blanca y perfecta.
Pon atención a la duración y al precio
Si las tratas adecuadamente, las carillas dentales te pueden duran un largo tiempo. Normalmente es el profesional que trata el asunto quien te puede dar un plazo aproximado de su vida útil.
No obstante, te conviene tener en cuenta que pueden llegar a romperse en los mismos casos en los que lo puede hacer un diente. Por ello, has de tener el mismo cuidado cuando las llevan puestas.
En cuanto al precio, dependerá de qué material hayas elegido, de la cantidad de piezas que te vayan a poner y hasta de la clínica donde te sometas a la intervención. La cerámica suele ser más costosa que la resina, aunque la primera suele tener un aspecto más natural y ser más resistente, por lo que hay quien prefiere invertir un poco más en ella.
En cualquier caso, lo ideal es consultar con un especialista para orientarnos.